lunes, 31 de marzo de 2014

Algún día alcanzarás la gloria


Hoy me desperté pensando en todas aquéllas personas que pasaron por mi vida y que ahora no son más que extraños, y me invade una extraña nostalgia al pensar en todos aquéllos momentos que guardé y no recuerdo donde. Y es que la memoria, a veces, se convierte en algo que nos ayuda a seguir respirando cuando ya no nos queda aire.

Y me he acordado mucho de Mark Webber mientras veía el Gran Premio de Malasia de F1. Sólo un año antes se convertía en protagonista en el mismo sitio, al protagonizar, junto con su compañero Sebastian Vettel, un patético episodio que ponía en evidencia que no era él quien estaba llamado a la gloria.
Porque a veces ésta está construida a base de pequeños golpes de suerte, y otras veces está hecha a base de golpes a secas.

Normalmente no escribo mucho de F1 en este blog porque, aunque es una de mis grandes pasiones, elegí leer y aprender de los que saben mucho más que yo, y en ello sigo, por eso me paseo de vez en cuando por sitios como "El infierno verde" (un remanso de paz y exquisita prosa formulaunera...y de la vida misma), o me gusta practicar el noble arte de la carcajada visitando "Vicisitud y Sordidez", o "Paranerdos digitales" (puestos a ver carreras tipo "bodrio", por lo menos con algo de humor). Podría mencionar a muchas más personas que pueden dar lecciones de temas de motor en general, como Carlos Castellá, Carlos Barazal, David Plaza...entre otros, que hay más.

No escribo precisamente porque todo lo que debe decirse, ya lo dicen personas mucho más conocedoras del tema que yo, y, sin embargo, en algunos momentos me parece que hay algo que sería bueno decir, y, en ese momento me acuerdo de Webber y del caso "Multi 21", y recuerdo que no hace tanto, sólo un año, que Mark soñaba con la gloria,  que quizás todos en algún momento hemos tenido sueños que se quebraron.

Y entonces me traiciona la empatía y comprendo demasiado bien lo que puede sentir alguien que ve como los demás suben a lo alto, allá donde tú mismo quieres subir pero nunca tendrás lo suficientemente cerca porque quizás ya pasó tu momento.

Y me pregunto qué es la gloria, qué implica para una persona correr a más de 300 km/hora para ser recompensado con un momento en el que todas las luces te deslumbran mientras miras, desde lo alto, y no puedes ver nada más que la adoración de los que ni te conocen.

Quizás las personas somos mucho más que un momento efímero y merecemos ser recordadas por algo más que nuestros éxitos o fracasos, tal vez seamos merecedores de ese pequeño minuto de deslumbramiento en el que no oímos nada más que las palabras de admiración y reconocimiento, mientras los sentidos se nos nublan y perdemos la noción del tiempo. El tiempo de la caída siempre podrá llegar, pero ese momento permanecerá para siempre.

Por suerte o desgracia, esto de la F1 es un deporte basado en competir por llegar el primero a una meta demasiado esquiva para algunos. Bien lo sabe Felipe Massa, o, incluso un Fernando Alonso cuyo enorme talento dormita en una escudería incapaz de ser líder año tras año, y con un exceso de soberbia que le impide ver cuales son sus errores, y que no sólo están en los aspectos más técnicos, que también.

Pero, en realidad, los héroes, los dioses, y todos aquéllos que son grandes, lo son mucho más cuando están caídos, precisamente porque no hay nada más valiente que levantarse cuando ya no tienes nada, y decidir que seguirás adelante con la nada por horizonte.

Mientras, yo aquí seguiré aprendiendo, sin la gloria por horizonte, con el todo y la nada...intentando recordar donde puse mis recuerdos y mis ilusiones.




photo credit: IDR via photopin cc

2 comentarios:

Cata dijo...

"Porque a veces ésta (la gloria) está construida a base de pequeños golpes de suerte, y otras veces está hecha a base de golpes a secas."... ¡Cuánta razón tienes!

No sé, ¿A quién me recordará esa gran cita: "La gloria no consiste en no caer nunca, sino más bien en levantarse las veces que sea necesario"? Coincidimos con los demás en más ocasiones de las que pensamos...Ya ves, ¡no estamos tan solos!

Los recuerdos forman parte de nuestra base, al menos yo creo que es difícil ser uno mismo sin tener asentados y presentes los recuerdos del pasado. Pienso que, por el contrario, las ilusiones deben estar ahí, proyectadas en el futuro, para seguir sintiéndonos tan vivos como estamos...

¡¡¡ Un besazo nocturno y deseos de ilusiones matutinas "A MARES" !!!

Besos, C.

Lunática Lola dijo...

Cata,

Supongo que la gloria, para algunas personas, puede ser simplemente levantarse por la mañana, o cada vez que se cae. Yo misma tengo en muy poca consideración los grandes reconocimientos y honores, soy más de ir escondida por la vida, pero aprendiendo de cada paso que doy.
Pero siempre me ha llamado la atención la figura del que cae y tiene que aprender a levantarse, el que no llega a lo más alto, pero tiene la fuerza de seguir intentándolo.

Y siempre, en estas ocasiones, me asaltan los recuerdos de aquéllas personas que perdí, las que se fueron, y las que siguen aquí, pero igualmente se han ido. Tal vez porque para mí las pérdidas son caidas de las que es difícil levantarse.

Y, después de las pérdidas, no queda otra que inventar otra ilusión, soñar siempre...

Otro beso nocturno, y mucha ilusión para cada mañana.

Lola