domingo, 24 de octubre de 2010

D. Fernando Alonso o la Fuerza del Optimismo


Nunca he sido optimista, todo lo contrario, siempre he estado un poco dominada por "el sentimiento trágico de la vida", una actitud que siempre me ha hecho ver las cosas con algo de escepticismo y con un exceso de realidad, como no queriendo creer, por si las moscas, que algo bueno pueda ocurrir (¡¡¡con lo bonito que es eso¡¡¡).

Pero la vida, que a veces es más que sabia, me ha llevado por caminos difíciles que me han enseñado cosas tan básicas como: " no puedes permitirte estar hundida, porque si no, irremediablemente lo estarás" o "además de lo anterior, cuanto más te hundas, más dificil será salir". Y otras lecciones de la vida, esa que decía que es más que sabia.

Pero lo que definitivamente me ha servido para cambiar el chip es aprender de las personas optimistas que me he encontrado por el camino. Al principio cuesta un poco, me pasaba como a aquel pesimista del chiste al que le decían: "No te preocupes, ¡¡que te quiten lo bailado¡¡¡", y que respondía diciendo: ¿Y si me lo quitan?  Pero después he descubierto que todo puede aprenderse si uno se empeña, y, poco a poco, como por arte de magia, resulta que voy a ser optimista (la vida da una de vueltas...).

Una de las personas que más me han enseñado a ver el lado positivo de la vida ha sido un buen amigo, Santi, que parece que lleva puestas unas gafas con cristal rosa, es realmente increible como puede cambiarte el chip con dos palabras. Lo dicho, increible. 
También es conveniente darse una vuelta por cierto blog ("El infierno Verde") para aprender el significado del pensamiento positivo y del optimismo.


Respecto a Fernando Alonso, se han dicho muchas cosas hoy mismo, después del GP de Corea, en el que ha ganado, de una manera magistral, y después del caos del inicio. Parecería que todo lo que dijera sería redundar ya que, creo que se ha dicho todo, respecto a la carrera, a su gestión del campeonato, su liderazgo... Y como todo eso ya lo han comentado personas más expertas que yo, más bien quería referirme a su actitud mental, la fortaleza que le hace salir de la adversidad con fuerza y optimismo, y luchar por lo que desea, con estas mismas armas.

Siempre me ha parecido admirable esta actitud, pero no tanto en los buenos momentos, porque aquí parece fácil, como en los aquéllos que no son tan buenos. No tengo más que recordar aquellas carreras con el R29, que era una cafetera, para darme cuenta de que si había algún buen resultado entonces, era debido a que él hacía lo imposible por que eso pasara. Y una vez, y otra vez, sin decaer (peores serían los ánimos en 2007).

Y ahora nos encontramos con la posibilidad de que pueda ganar su tercer campeonato del mundo, y estamos todos más que ilusionados por ello (bueno, todos menos los antialonsistas y algunos periodistas ingleses, entre otros), y yo me pregunto si será tan imposible que eso pase, o simplemente lo imposible sólo tarda un poco más, o, ¿realmente es imposible?. Y casi que lo estoy ya viendo.

Se nota que voy aprendiendo cada día un poco más sobre lo que es el optimismo, seguramente porque, por los motivos que sean, o porque la vida me empuja continuamente a ello, he decidido desde hace tiempo, simplemente ser feliz.



PD: Y no le permito a ningún "cenizo" que me estropee el momento. Y, por eso precisamente, no he hecho ni una sola mención al desastre de organización del GP de Corea, mejor ni hablar.







jueves, 21 de octubre de 2010

De la avaricia, la hipocresia, y otros pecadillos del montón


Estaba yo esta tarde dándole vueltas a la idea de lo frágiles que somos los seres humanos, a la sensación que tengo de lo mucho que nos queda por aprender y lo poco que lo hacemos. Pero, sobre todo, me maravilla la soberbia con la cual nos decimos a nosotros mismos que nadie nos puede enseñar nada. Error.




Dándole vueltas a esa idea, de repente se me hizo más clara viendo las imágenes del circuito de Yeongam, en Corea, donde este fin de semana se va a correr una bonita carrera de Fórmula 1.
Un circuito que sigue en obras, que se está terminando todavia a marchas forzadas y que, por supuesto, ha beneficiado a nuestro particular "Ebenezer Scrooge" Ecclestone lo suficientemente como para hacer que se corra en él a toda costa. ¿Qué importa si el asfalto se levanta? nada, no pasa nada, aquí lo importante es que Bernie saca una tajada considerable de nuestros amigos coreanos.


¿Tiene límite la avaricia? Probablemente no, pero yo hoy he aprendido que Bernie sí me puede enseñar algo, y es que no hay que dar por perdido ni un solo euro y que, antes de que eso pase, él hubiera celebrado la carrera en el mismísimo infierno (lástima que no sea en "El infierno verde"¡¡¡).

Sobre la hipocresia no me han quedado ganas de hablar, pero es un tema que se puede ilustrar muy bien hablando del tema del ahorro de costes en la F1. Otro día quizás...cuando no tenga tanto sueño (este tema me da más sueño aún, a mí y a cualquiera).



PD: Saludos a mis tres seguidores, que son de lujo con mayúsculas (a ver si aumenta el número¡¡¡)







martes, 19 de octubre de 2010

El dilema de la felicidad

En este mundo en el que vivimos, influido por cosas muy poco esenciales y basado en la valoración del exterior de casi todo, nos encontramos siempre con que tenemos un dilema: tenemos que buscar la felicidad.
A toda costa, sin pensarlo mucho y digan lo que digan.

Pero a veces, esto resulta como buscar una aguja en un pajar, y es porque nadie nos ha enseñado ni lo que es, ni donde está, ni en qué consiste. Si yo fuera Punset sabría decir algo de manera científica al respecto, pero como no lo soy, lo único que podría hacer es plagiarle (ya ha escrito el hombre un libro al respecto de la felicidad, muy bueno, por cierto).

Normalmente, me encuentro con personas que basan su alegría y felicidad en cosas muy variadas, en el dinero (casi todo el mundo), en salir, en tener novio (¡¡si yo hablara de la obsesión de algunas amigas¡¡¡), y yo, pues me planteo muchas veces por qué soy feliz, si es que lo soy, ¿qué me hace feliz?

Es todo tan relativo, en días como hoy, que no soporto a nadie, que quiero aislarme y olvidarme de problemas, me siento muy feliz con cada una de las veces que respiro. Sin embargo, tengo días más ambiciosos, a corto, medio y largo plazo. No sería muy interesante hacer una lista de las cosas que me hacen feliz, lo único que puedo decir es que no soporto a aquellas personas que tienen todo en la vida y no saben valorarlo, y que, por ello, viven amargadas y amargan la vida a los demás.

Por eso, tengo que decir que, aunque vengan días como el de hoy, tengo la obligación de valorar y hacer valorar lo poco o mucho que tenga, alguien un día me lo dió para que yo lo hiciera así.

Ahora, eso si, hay momentos en la vida en los que la felicidad se sobredimensiona espectacularmente, como en algunos momentos puntuales en los que se ve a Alonso en el podio, o al innombrable fuera de él (malaaaaa que soy¡¡¡), o miras a una personita llamado Jairo...Ay, la felicidad es tan relativa¡¡¡ tan fugaz¡¡

Momento 1 de felicidad extrema
Y yo me sigo preguntando: ¿A alguien le interesarán estas chorradas que escribo?

lunes, 18 de octubre de 2010

Hamilton y su carricoche

Lo siento, no he podido resistirme a publicar esta bendita imagen, aunque sólo sea por compartir con alguien (si es que hay quien se acerque a leer las dos chorradas que he escrito) un momento como este, irrepetible, tengo que decir.
¿Quién le iba a decir al Mierda que tenía tantos enemigos? El mayor de todos el que le eligió tal artilugio para mofa del mundo mundial.

En fin, por momentos como este una es capaz de levantarse a las 3, 4 o 5 de la mañana de cualquier intempestivo día.

De todas formas, sigo echando de menos a Papá Anthony, daba mucho juego, vaya que sí¡¡¡

A ver qué pasa en Corea, ¿habrá carrera? ¿Se levantará el asfalto? ¿Sacarán a Hamilton en monopatín? Cuantas incógnitas¡¡¡ Pero la mayor incógnita de todas: ¿Me leerá alguien?


sábado, 16 de octubre de 2010

Hace tres años, y en un momento muy doloroso y triste, creé este blog y escribí lo primero que me pasó por la cabeza, o mejor dicho, por el corazón. Y lo dejé escrito en la red, para que alguien pudiera ser partícipe de mi dolor y mi desesperanza, de mi pérdida definitiva de alguien importante que no volverá.

Y después de estos años descubro que esto que escribí sigue aqui, esperando para que yo, otra vez, le diga al mundo qué soy y como me siento. Si a alguien le importa no es relevante, lo importante es que he vuelto para afirmar y reafirmar que las pérdidas siguen vigentes pero la vida te lleva por caminos que las hacen soportables e, incluso, con alguna lección de supervivencia aprendida.

Es paradójico pensar que aquélla persona que era ya no existe, pero que, a la vez, siempre me reconoceré en los sentimientos que expresaba aquélla persona ya desconocida. Han pasado momentos buenos y otros no tan buenos, y realmente sigo aquí, todavía esperando otro campeonato del mundo de Alonso, y sin desesperar, por supuesto, pensando que este año será el año de la esperanza, en todos los sentidos.

Si alguien me lee, buenas noches...y gracias.